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Vivir en Guadalajara ya implica múltiples beneficios en el estilo y calidad de vida, esta es una ciudad privilegiada, pues califica en rankings en los que la posicionan como una ciudad cómoda para ser habitada, prometedora para invertir en ella y próspera en términos de seguridad y cultura.
Por contar con un carácter turístico, Guadalajara es además un espacio ideal para desarrollarse de forma creativa, cuenta con puntos de interés cercanos y funge como una ciudad que hospeda a múltiples empresarios del País.
Más específicamente, la ciudad se ha nutrido con progreso y uniformidad, sus avenidas, puentes y viaductos, han dotado de conectividad y fácil acceso a todos los servicios que sus habitantes necesitan, la mayoría de estas dotadas de un concepto más inclusivo para los medios alternativos de transporte.
Av. Américas
No siempre se llamó así
De acuerdo con un reportaje especial escrito por el medio de comunicación Milenio, esta avenida ha contado con múltiples nombres y una historia de fechas y hecho bastante completa.
Por ejemplo, para el año 1908 esta arteria era llamada ‘México’, para 1920 tomó el nombre de Unión y en 1927 fue prolongada hacia la zona norte de la ciudad, tomando por nombre Av. Unión Norte.
No fue hasta 1958 que, a través de una donación de bustos broncíneos de personalidades del continente americano hecha por el Club de Rotarios, se propuso esta avenida con el nombre Av. de las Américas.
Medidas prolongadas
A esta avenida le sobra espacio
La Av. Américas tiene una extensión de 1.6 kilómetros, según datos del medio Milenio, la anchura original de la calle era de 25 metros en la parte sur y 30 en la sección norte. En 1953, bajo la administración del gobernador Jorge Matute Ramos, la calzada constó de banquetas de ocho metros de anchura; carriles de nueve y camellón de seis metros.
Una Avenida con historia continental
Existe un homenaje a 32 personajes históricos de América Latina
Como ya lo repasamos anteriormente, la Av. Américas hace honor a su nombre por resguardar la donación realizada por el Club de Rotarios en el año de 1958.
Esta donación consistía en la colocación 32 bustos broncíneos correspondientes a personalidades históricos sobresalientes en el continente americano, entre los que destacan Miguel Hidalgo y Costilla, padre de la Independencia mexicana, José Martí, escritor, precursor del modernismo y mártir de la lucha emancipadora de Cuba, Eugenio María de Hostos, escritor, pedagogo y político puertorriqueño, Simón Bolívar, héroe de la Independencia de Venezuela y Ecuador, fundador de Colombia y Bolivia, José Gervasio Artigas, luchador de la Independencia argentina y uruguaya, Abraham Lincoln, décimo sexto presidente de EUA.